Introducción
Publicada en Burgos en
1499, consta de 21 actos de diversa extensión y fue escrita por el
judío converso Fernando de Rojas. De todos modos, la crítica
especializada considera que el acto I es obra de un autor
desconocido, por las notables diferencias con los 20 actos restantes.
El
Autor
Nació
en La Puebla de Montalbán (Toledo), probablemente hacia 1475, en el
seno de una familia de origen judío, lo que le acarreó lo
problemas con la Inquisición. Estudió Derecho en la Universidad de
Salamanca entre 1494 y 1502, periodo en el que escribió La
Celestina. Se sabe que estaba establecido en la localidad de Talavera
de la Reina, población de la que algunos autores piensan que fue
alcalde y contrajo nupcias allí.Su condición de converso influye en el
argumento de su obra, que a decir de la mayoría de los críticos es
obra de alguien de esta condición: se ha dicho que la ausencia de fe
firme justificaría el pesimismo de La
Celestina y la falta de
esperanza patente en su dramático principio. Murió en 1541 en
Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril. Sus restos fueron
enterrados en el convento de la Madre de Dios de esa ciudad
Resumen
Calisto,
joven noble, entra en la huerta de la hermosa Melibea persiguiendo a
un halcón y se queda prendado de ella. Como es rechazado, acude a
una vieja alcahueta, Celestina. Ésta, mediante artimañas y
hechizos, consigue que los jóvenes se vean y disfruten de su amor.
Los criados de Calisto quieren disfrutar también de las ganancias,
pero Celestina se niega y la apuñalan, por lo que son prendidos y
ahorcados. Una noche, Calisto resbala al saltar la tapia del jardín
de Melibea y se mata. Ella, desesperada, se suicida arrojándose de
una torre. La obra concluye con el llanto de Pleberio, padre de
Melibea, ante el cadáver de su hija.
Personajes
-
Calisto,
dominado por la pasión amorosa, se muestra retraído y melancólico
unas veces, exaltado y furibundo otras. Es inseguro, indolente,
egoísta y amoral, pues no duda en trasgredir cuantas normas morales
y sociales se ponen a la satisfacción de su apetito.
-
Melibea
es un personaje más complejo y atractivo que Calisto. Profundamente
humana, al principio rechaza con violencia las insinuaciones del
joven galán, luego duda, vacila y, finalmente, se entrega a él sin
reparos.
-
Celestina,
cuyo antecedente literario es la vieja Trotaconventos del Libro
del Buen Amor,
constituye una de las más robustas creaciones de la literatura
universal. Intermediaria entre los amores de Calisto y Melibea, se
ha erigido un prototipo de alcahueta. Dominada por la pasión de la
codicia, persigue un único objetivo: conseguir riquezas. Al servicio
de ese apetito, moviliza todas sus dotes naturales: la perspicacia y
la sagacidad, que le permiten captar con rigidez y penetración las
distintas situaciones que se le presentan.
-
Sempronio,
es uno de los criados de Calisto. Solamente pretende aprovecharse de
su amo con egoísmo y codicia. Mantiene una relación con Elicia, una
de las prostitutas de Celestina, que a su vez le engaña. Él es el
que recomienda a Calisto que recurra a Celestina para conseguir a
Melibea y, por tanto, pretende que Celestina comparta con él sus
ganancias. Su codicia le conducirá a la muerte.
-
Pármeno,
es otro de los criados de Calisto. Como es hijo de Claudina, maestra
y antaño compañera de Celestina, intenta advertir a su señor de
los peligros que le pueden venir; pero, finalmente, es seducido por
Areúsa, una de las pupilas de Celestina. A partir de ese momento,
ya sólo pretende aprovecharse de la pasión de Calisto. Al igual que
su compañero, Sempronio, morirá dominado por la codicia.
-
Areúsa,
es una de las prostitutas de Celestina. Tiene clientela fija y casa.
Presionada por Celestina, seduce a Pármeno. A la muerte de éste y
de Sempronio, pretende que Centurio lleve a cabo la venganza. La
venganza que trama, junto a Elicia, no es realmente por la muerte de
sus amantes, sino más bien por el desamparo en el que quedan y por
el odio que sienten por las personas de la clase alta como Melibea y
Calisto.
-
Elicia,
es la otra prostituta. Menos experimentada que Areúsa, sólo busca
el placer con despreocupación de lo que pasa a su alrededor y de lo
que no sea placentero; no le preocupa ni su pasado ni su futuro. Sólo
la muerte de Celestina la hace volver a la realidad. Es la amante se
Sempronio.
-
Tristán
y
Sosia,
son criados fieles de Calisto. Avisan a su amo de la muerte de
Sempronio y Pármeno. A partir de esta muerte, se convertirán en
los acompañantes de su señor. Sosia está enamorado de Areúsa.
-
Lucrecia,
criada fiel de Melibea y de sus padres. No abandonará jamás a su
señora y será cómplice de sus amores.
-
Alisa
y
Pleberio,
de familia noble, son los padres de Melibea. Desconocen los amores
de su hija con Calisto y, confiando en su virginidad, tienen pensado
casar pronto a su hija. A la muerte de Calisto, Melibea avisa a su
padre y, en un descuido de éste, se tira por el balcón. La obra
termina con el lamento de Pleberio por la muerte de su amada hija.
Temas
-
El amor,
se muestra como una pasión incontrolable y avasalladora que
desestabiliza el ánimo de los individuos, los arrastra al desorden
moral y, por último, los destruye y aniquila. El amor engendra el
caos, al perdición y la muerte.
-
La codicia
es otra pasión que enloquece a los criados y ofusca el entendimiento
de Celestina hasta provocarles la muerte.
-
La fortuna
es un azar ciego y arbitrario, responsable de las tragedias humanas.
-
La magia
cumple en la obra una clara función dramática: despertar en Melibea
el fuego amoroso.
-
El tiempo.
Los personajes de La
Celestina son
conscientes de la irreversibilidad del tiempo: ello les empuja al
goce frenético del momento presente.
-
La
muerte aparece
como la destructora cruel de la vida. Rojas nos la presenta como un
simple dejar de existir.
Espacio
Destaca
la multiplicidad y simultaneidad de espacios. La trama se desarrolla
en múltiples lugares, tanto interiores (las casas de Calisto,
Celestina,…) como exteriores (el jardín de Melibea, las calles de
la ciudad,…).
Tiempo
El
autor maneja dos tiempos: uno explícito,
corto,
en el que la acción progresa de forma continua. Y otro implícito,
más largo, en el que transcurren los acontecimientos no
representados en escena.
Formas
de Expresión
-
El diálogo
adopta tres modalidades: el oratorio,
de periodos largos y de ritmo vivo o reposado; el de extensos
parlamentos
y réplicas
cortas;
y el conversacional.
-
Los monólogos
son extensos. En ellos el personaje desahoga sus sentimientos y
muestra su carácter.
-
El aparte
es una convención dramática gracias a la cual un personaje hace un
comentario que un comentario que no es percibido por su interlocutor
pero sí por el público.
-
Las acotaciones
son indicaciones del dramaturgo sobre las circunstancias en que se
desarrolla la acción.
BIBLIOGRAFÍA
Lengua
castellana y literatura 1 Apostrofe. Ed: Casals